El fiscal estatal, Gilberto Higuera Bernal, señaló que si hay una denuncia se llegará a fondo, luego de abrirse un expediente de atención temprana.
Finalizando febrero, Paola Angón hablaba con una persona, diciéndole indignada que había pagado 2 millones y medio de pesos a Néstor Camarillo y que tenía que devolvérselos porque estaba difícil la situación, “si no, le hago una mamada; o mejor negocio con el pendejo de Salomón”, en referencia al gobernador.
La persona que estaba del otro lado de la línea telefónica era su hija María Fernanda de la Barreda Angon, presidenta del DIF municipal.
La persona que filtró el audio, utilizando a un portal casi desconocido, fue el panista Eduardo Alcántara Montiel, pareja o esposo de Fernanda. La pregunta es: ¿estaban de acuerdo en que se grabara la conversación o el pillo, acusado de acoso sexual, actuó por cuenta propia?
El caso es que, Paola, dejó de ir una semana al ayuntamiento; grabó un video diciendo que no era su voz; que fue reproducida mediante inteligencia artificial. Dicen algunos de sus allegados, que la alcaldesa no dejaba de llorar por la traición familiar y no daba crédito que su hija fuera rebasada por la ambición, la misma ambición que le heredó a través de sus genes.
Angon Silva, anunció que ya no buscaría la reelección a través del PRI, partido al que se afilió, posando con Néstor en la Plaza de la Concordia vistiendo ambos una chamarra roja con el logotipo del añejo partido, mientras que Fernanda renunciaba al PAN, se pasaba al PRI y un día después a Morena, logrando, por extrañas negociaciones, la candidatura a diputada local por el distrito 17.
¿Quién tapará el cochinero que dejará la presidenta municipal?
¿Qué méritos tiene Fernanda para ser candidata por Morena, con 24 horas de militancia y habiendo sido una detractora furibunda de la 4T?
¿Si María Fernanda no respeta a su mamá, a quién respetará?
¿Alcántara Montiel tendrá fuero a través de su mujer y su mujer tendrá la capacidad de ganar la elección del 2 de junio?
Ya se verá.